martes, 21 de agosto de 2012

UNIDAD 3. POESÍA DEL SIGLO XX. MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA.


LA LITERATURA DEL SIGLO XX. LOS MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA.

El siglo XX determinó en las estructuras y sistemas sociales cambios profundos que se reflejaron en la vida de los hombres y, así, en el arte que ellos crearon. El sentimiento del hombre occidental era el de estar viviendo un cambio sin precedentes. No hay un solo aspecto de la realidad y un solo dominio del espíritu al que no alcance esa mutación. Es lógico también que el hombre se resista al cambio. No es fácil para un mismo individuo pasar de Manet a Piccaso, de Baudelaire a los surrealistas, de Beethoven a Stravinsky, de Dumas a Bradbury. Hasta el siglo XX el mundo era un vasto continente cuyos límites alejábamos sin cesar a medida que se exploraba el planeta. Sin embargo se sabía que las tierras desconocidas estaban sometidas a las leyes de las conocidas. El progreso de nuestro conocimiento era la verificación de nuestras hipótesis acerca de la estructura general de las cosas.
Hoy los viajes espaciales ya no nos dan esas garantías. No podemos dejar de mencionar aquí los avances en el campo de la Física con Einstein, quien modifica la teoría newtoniana d e la gravitación universal que sostenía que el tiempo y el espacio son entidades absolutas. La teoría de la relatividad afirma que el espacio es infinito (curvo) y el tiempo relativo.
La ciencia contemporánea es un racionalismo abierto y está dispuesta a abandonar la lógica y la causalidad por nuevas posibilidades superrealistas.
Así Freud desconfía de las fuerzas de la conciencia, autocontrol y libre albedrío. Nos dice que el hombre es una suma de conflictos que, en la mayor parte de los casos, no puede dominar desde su conciencia pues está gobernado por el subconsciente.
El avance acelerado de las ciencias cambia el panorama del mundo. Y este avance influye de manera directa en la marcha del pensamiento.
El siglo XX fue una etapa engendradora de ansias y sus quince primeros años fueron una novedad, como lo fueron en su tiempo el Barroco o el Sturm und Drang.
En el campo político desaparecen los partidos moderados produciéndose una radicalización política de los partidos que reaccionan contra los principios del racionalismo y el parlamentarismo (bolchevismo, fascismo,etc.). Muchos intelectuales se muestran partidarios de estas formas autoritarias que ofrecen seguridad y rechazo a lo cambiante.
El gran fenómeno espiritual que cambia la vida a fines del siglo XIX es la movilización del espíritu contra el mecanicismo y determinismo de las ciencias naturales.
Se llega al caos psíquico de un mundo de dobles personalidades que se enfrenta a una realidad deshecha en fragmentos.

El artista del siglo XX

Todo artista se enfrenta a una realidad objetiva. Las relaciones entre el arte y la vida son estrechas y son relaciones de dependencia y creación. Es el mundo quien proporciona el material; a partir de él, el artista crea.
Desde el Renacimiento el arte no se apartó de la tradición naturalista; se ha oscilado desde allí entre formalismo e informalismo. El arte tradicional pintaba un mundo figurado, el de la apariencia estética, el de la representación simbólica de la realidad que se enfrenta a la vida como reflejo o alegoría.
Pero en el siglo XX la exigencia de que el arte sea sincero para la vida ya no tiene razón de ser. La tesis no hay abismo que medie entre el arte y la vida sustenta al arte de este siglo. El arte intenta pasar directamente a la vida fundiéndose con ella. Se renuncia a toda ilusión de realidad. Este arte ya no es reproducción de la naturaleza; su relación con la naturaleza es la de violarla.
Los artistas expresan su visión de la vida mediante una deliberada deformación de los objetos naturales. La realidad está allí, fuera del artista. Ellos se preocuparon de ver si es unívoca o multívoca cediendo a la multiplicidad externa de la cual tienen clara conciencia y sintiendo un ansia de ver una realidad detrás de esta realidad.
Ante las obras del siglo XX percibimos que nos hallamos ante un segundo mundo, un supermundo, que por muchos rasgos de la realidad común que puedan exhibir representa una forma de existencia que sobrepasa y no es compatible con esta realidad. Para ellos lo irreal es tan real como lo real.
Filósofos como Nietzsche influirán con sus postulados en los artistas y, sobre todo, en los literatos. Siguiendo ideas de Heráclito pensará que el “mundo de las apariencias” es el único real: el “mundo verdadero es únicamente añadido por la mentira”.
A fines del siglo XIX el arte detonante fue la pintura, concretamente la de los impresionistas. La transición en la plástica se da con Cézanne quien está precedido por artistas con un mensaje pictórico donde predomina la línea y el color y donde se representan hechos humanos. Sin embargo, él dirá: “El mundo es lo real que yo veo con mis ojos, pero detrás de lo que yo veo hay otro mundo no humano, el de la luz”. La realidad no humana no es captable ya por los sentidos, sino mediante parpadeos, por un método sugestivo contagioso. El pintor impresionista registra e inmediatamente capta la sensación. A partir de esta respuesta del impresionismo hay toda una variedad de interpretaciones de la realidad, de respuestas.
 
Las que siguen son algunas de esas respuestas:
  • El artista del siglo XX tiene que traducir sus impresiones almacenadas y las vuelve a acomodar en un caleidoscopio fragmentario tomando aspectos de la realidad apariencial. El Realismo del siglo XIX desintegraba la realidad en fragmentos y los presentaba. El surrealismo toma los fragmentos y los reordena con un orden nuevo. Es significativa la definición del poeta Lautréamont, tomada como bandera por el movimiento surrealista: “El arte es el encuentro fortuito de un paraguas y una máquina de coser sobre una mesa de disección”.
  • Se burlan de una comprensión lógica del mundo y crean por medio de yuxtaposiciones o analogías jamás escuchadas. La apariencia real del mundo visible no tiene importancia primaria.
  • Víctimas de disociaciones íntimas propician la asociación de ideas mecánicas por medio de la introspección, desesperando por encontrar, dentro o fuera, un sistema ordenado. Todos tienden a buscar un terreno serio y firme ante la movilidad de la vida.
  • El gran tema del arte fue el arte mismo en todas sus variantes. La pintura es el tema de la pintura; la palabra es el tema de la literatura. La palabra es la protagonista porque la anécdota no interesa.
  • En música el sonido desplaza a la melodía. Hay una intención de componer desde la inteligencia y no desde las emociones disminuyendo el contenido sentimental de las obras.
  • Los artistas se dejan influir por el psicoanálisis, estudio del subconsciente. La literatura centrará su atención en las contradicciones del alma humana. Surge además lo maravilloso psíquico, se exploran los mecanismos del sueño y la introspección, se practica la libre asociación de ideas y el automatismo psíquico
LOS MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA.
Los movimientos de vanguardia son los movimientos fundacionales del arte del siglo XX. La palabra vanguardia para designarlos llega al español del francés “Avant garde” y designa, en lenguaje militar, a las fuerzas de avanzada en el combate, a las que pelean delante, hacen reconocimiento del terreno, movimientos de avance y tanteos.
La metaforización del término es afortunada porque nunca antes se dio el fenómeno de todo un grupo en total beligerancia y ruptura, no sólo con el arte anterior, sino con la sociedad misma. Se rebelan contra el cánon artístico tradicional, contra las ideas estéticas anteriores.
La designación de vanguardias se aplica en la Europa de los primeros años de la guerra, principalmente en Francia y Alemania, a una larga lista de “ismos” o movimientos artísticos, plásticos y literarios.
Tres son las corrientes principales, aquellas que aportaron más innovaciones y sobrevivieron más tiempo, produciendo representantes de destacada trayectoria, a saber: Cubismo, cuyo antecedente más lejano es el pintor Cézanne; Expresionismo, cuyo antecedente es la pintura de Van Gogh y el Surrealismo, cuyo antecedente remoto debe buscarse en la poesía de Rimbaud y Mallarmé.
A estos debemos sumarle otros movimientos que sin ser tan estructurados, contribuyeron con aportes teóricos que no pueden ser soslayados, aportes que sirvieron de escalón a los antes nombrados. Hablamos aquí del Dadaísmo y el Futurismo.

CUBISMO.

Junto con el Expresionismo es la primera vanguardia en manifestarse.
Entre 1900 y 1910 un grupo formado, a la vez, por pintores y poetas, y en el cual los jefes eran Guillaume Apollinaire, Pablo Picasso y Max Jacobs instauraban el Cubismo en pintura.
El Cubismo dirá: detrás de la realidad está la geometría. La realidad es la representación de una ley matemática y esa realidad no se agota en los sentidos sino en la ley matemática.
Picasso, el más sabio y vital de los artistas modernos pensaba que si no podíamos escapar de la naturaleza, como lo intentaban, sin lograrlo, algunos de sus predecesores y varios de sus contemporáneos, al menos podemos desfigurarla, destruirla.
Ellos encontraban, al mismo tiempo, en poesía ese deseo de traspasar las apariencias para alcanzar la realidad que el primer Simbolismo había dejado desvanecer.
Con Apollinaire la poesía es descubierta nuevamente. La teoría es la misma que en Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé, pero menos violenta:
  • En primer lugar una extrema atención al mundo exterior.
  • El poeta no menosprecia ningún movimiento de la naturaleza y su espíritu persigue el descubrimiento, ya sea en los sistemas más vastos e inaccesibles (multitudes, nebulosas, océanos, naciones) como en los hechos, en apariencia más simples: “una mano que escarba un bolsillo, un fósforo que se enciende porque se lo frota, los gritos de los animales, el olor de los jardines después de la lluvia, una llama que nace en el hogar”. (Apollinaire: El espíritu nuevo ).
  • Además de captar los pequeños acontecimientos del mundo, los más significativos, es necesario también remitirse al inconsciente.
  • Entre el mundo interior y el exterior hay un nexo: la imaginación. “El dominio más rico, el menos conocido, aquel en el cual el entendimiento es infinito, será la imaginación. No es extraño que, particularmente, se haya reservado el nombre de poeta a aquellos que buscan las alegrías nuevas que jalonan los enormes espacios imaginativos” dice Apollinaire.
  • En esas búsquedas no es lo absoluto lo que encuentran. Es el arte lo mejor de un encuentro.
  • Surge una pléyade de poetas que aceptan agradar más que desconcertar. La ironía, la gracia, lo pintoresco reemplazan el descubrimiento de mundos nuevos pero fuera del alcance del hombre. Su principal aportación fue su facilidad para crear una atmósfera nueva a partir de lo cotidiano, de lo trivial.
  • Incorporan el azar como elemento no sólo integrante, sino conformador de ese misterio. 
  • Supresión de los signos de puntuación para dejar constancia de que el ritmo lo marca el poema hasta el punto de ser innecesaria cualquier representación gráfica.
  • Apollinaire inventó lo que él llamaba una lírica “simultaneísta” confiada por partes iguales en la inteligencia y en la intuición; por eso siguió respetando una idea que actuase como centro, aunque por lo demás ignorase normas lingüísticas y ortográficas, superpusiera sensaciones y pensamientos y dispusiese caprichosamente la tipografía, combinando líneas, tipos y tamaños de letra. (Las composiciones poéticas de este tipo se llamaron “caligramas"). Se atiende así a los aspectos visuales. El caso extremo de imbricación entre pintura y poesía los constituyen los “caligramas” en los que las letras del texto forman un dibujo alusivo a su contenido. Este acercamiento de la poesía a la pintura queda así como el aporte más significativo de esta corriente.

"Mujer con sombrero". (caligrama) Guillaume Apollinaire. 1915.


"El caballo". (caligrama). G. Apollinaire. 1918.


"La mariposa" (caligrama). G. Apollinaire.



"Las señoritas de Avignon". Pablo Picasso. 1907. Periodo protocubista o africano.

"Guernica". Pablo Picasso. 1937. Periodo cubista.

EXPRESIONISMO.

Entre los años 1910 a 1925 aproximadamente, la literatura alemana estuvo dominada por el Expresionismo, nombre bajo el cual se conoce un movimiento artístico de difícil caracterización. El término había surgido entre los pintores opuestos al Impresionismo. Su antecedente primario estaría en el pintor Van Gogh.
Ya en 1906 varios pintores se habían asociado en Dresde fundando el grupo Die Brüke (El puente).Sus cuadros son una galería de seres deformados, toscamente ridiculizados pues pensaban que el hombre esconde, detrás de sus rasgos grotescos, la vida de los instintos y la barbarie.
En el terreno literario fue la última forma en que pudieron expresar su disconformidad con una sociedad postindustrial en franca decadencia; fue, por tanto, un último grito de rebeldía del espíritu romántico, prácticamente agotado en Alemania. Su primer órgano editorial fue bautizado Der Sturm (La tempestad) en recuerdo del Sturm und Drang que, como ya hemos estudiado, constituyó el arranque del Romanticismo en Europa.
Tenían una actitud rebelde, discordante y revolucionaria y creían pertenecer a una élite intelectual a la que seguía negándosele la posibilidad de transformar el mundo. Sus notas fundamentales son: el rechazo de una sociedad en descomposición, decrépita y ruinosa y los sentimientos de desesperación, absurdo u horror que, ante esta situación invaden al artista (cuya mejor expresión gráfica la tenemos en el famoso lienzo de Edvard Munch titulado “El grito”).
Sostenían que:
  • El arte tenía que ser una exteriorización, una recreación del “yo” del artista, por tanto, no había más belleza que la surgida del interior del sujeto ni más norma que la que éste quisiera imponerse -si es que quería imponerse alguna- en aras de la expresividad, verdadera piedra de toque del idealismo expresionista.
  • Toda vivencia es consustancialmente bella; al arte le corresponde escarbar en el yo, en su experiencia intransferible y única, para descubrir en su interior la belleza de su verdad.
  • Expresan la intuición de un objeto colocándose dentro del mismo con simpatía y empatía, es decir, buscan la fusión emotiva con el objeto, tratando de proyectar en ese objeto la emoción de quien lo mira. El objeto es, en parte, psicológico.
  • Culto a lo horrendo y lo repugnante que supera la morbosidad decadente para intentar ser una real indagación en el inconsciente humano. Junto a las doctrinas marxistas en el terreno sociopolítico el método psicoanalítico de Freud se convierte en el medio idóneo para el acercamiento a una radical transformación del ser humano, las artes y toda la realidad en su conjunto.
  • Fueron consustancialmente antirrealistas, pues el no sometimiento a una realidad indeseable y la ruptura de toda lógica hacían posible la aspiración a un nuevo mundo. Fueron, además, antiburgueses, antiesteticistas, anticonvencionales, irracionalistas, patéticos; cultivaban un sentido trágico de la existencia.
  • En literatura no buscan la perfección formal sino la liberación de tensiones afectivas que se expresan a través de un lenguaje áspero y en oníricas imágenes visuales. En este sentido podemos verlos como cercanos a los simbolistas pues expresan contenidos subjetivos a través de imágenes concretas. En poesía se basan en la disonancia del verso y en la captación de una realidad pesadillezca donde reinan el absurdo y la violencia.
Los temas favoritos del Expresionismo son:
  • El desequilibrio humano que refleja la vida de la ciudad. En ella vaga un aire de locura y terribles monstruos acechan a sus víctimas, sean inocentes o culpables. (Estos aspectos se ven claramente en el excelente cine expresionista alemán).
  • La muerte es un poderoso estímulo poético ya que el movimiento nació bajo el signo trágico de la destrucción.
  • Lo religioso volvió a hacerse oir. Esta generación con vivencia de desamparo trató de buscar un refugio seguro e inatacable; este refugio fue Dios.
"El grito". Edvard Munch. 1893.


"El beso". Gustav Klimt. 1908.


DADAÍSMO.

A Francia, y en concreto a París, hay que reconocerle un lugar de primacía en la configuración de la Vanguardia europea. Allí se dieron cita los mejores representantes de la cultura de la época, haciendo posible, franceses y extranjeros, un clima de intercambio y convivencia artística cuyos frutos quedaron marcados por la impronta del arte nuevo.
Un lugar de excepción entre los autores de este fructífero grupo lo ocupa el rumano Tristan Tzara (1896-1963), quien en 1918, con el Primer manifiesto Dada vino a dar cuerpo en París al movimiento “dadaísta” (a este primer texto le seguirán seis más, y todos ellos serían publicados conjuntamente en 1924 una vez extinguido el movimiento, no sin haber fecundado antes el Surrealismo).
“Dada” había nacido pocos años antes en Zurich en plena Gran Guerra; el término que designa el movimiento lo había encontrado Tzara al azar en el diccionario, así que lo de menos es su significado, su intención radicaba justamente en esa arbitrariedad, de la cual nace la característica más marcada del Dadaísmo: su total escepticismo, derivado en buena parte del Expresionismo germano.
Las características más notorias son:
  • El afirmar que detrás de la realidad está la nada, no existe nada. Dada es la negación absoluta, un desesperado grito de rebeldía nihilista lanzado a la Europa arrasada por la guerra.
  • Practicaron un radical relativismo artístico: su antirracionalismo convencido admitía la fusión de contrarios.
  • Rechazaba toda verdad o falsedad artística y, en general, ponía en entredicho la utilidad o inutilidad de la cultura al tal punto de alcanzar hasta la base misma de la comunicación humana: el lenguaje.
  • Practicaron un anarquismo radical, vital e integral, y la propuesta de una destrucción total de la que sólo se salvaría lo auténtico. Lo “bruto” es una de las características más acusadas. “Destruyamos todo -decía Tzara- y veamos lo que queda: ésa será la verdadera realidad, que ninguna organización vendrá a falsear”. Las raíces de este pensamiento están en el psicoanálisis, a través del cual se afirmó la existencia de una realidad mucho más “real”, por su autenticidad y profundidad, que la cotidiana.
  • Como consecuencia de lo anterior proponen la improvisación y el automatismo mental.
  • Confían en la necesidad de la destrucción de todas las estéticas y de todos los valores morales y sociales del mundo burgués, al cual rechazan. Estaban en guerra contra la guerra y contra la civilización que la había provocado y permitido. Por ello se volcó a lo absurdo, a lo primitivo, a lo elemental.
  • Ese estado mental y espiritual basado en la anarquía se aplicó a todo con total libertad y eso los llevó a caer en contradicciones que determinaron su corta vida de seis o siete años pero ya estaba anunciando la revolución surrealista, que sería la más perdurable e influyente de las Vanguardias.
El término arte encontrado, más comúnmente objeto encontrado (en francés “objet trouvé”, en inglés Ready Made) o confeccionado— fue utilizado por primera vez por Marcel Duchamp, para designar los objetos del entorno (un botellero metálico, un urinario, una rueda de bicicleta sobre un taburete de cocina, etc.), carentes de valor artístico en sí mismos, pero que al ser presentados fuera de su contexto habitual adquieren un sentido distinto, cuestionando el concepto tradicional del arte y recabando para ellos el sentido de objetos artístico.

(Ready made). Marcel Duchamp. "La fuente". 1917.

(Ready made). Marcel Duchamp. "Rueda de bicicleta".


"Recorte con el cuchillo de cocina". Hannah Höch. 1919. (fotomontaje).




FUTURISMO.

En Italia, la raíz del movimiento vanguardista fue el Futurismo, que de manera temprana viene a poner remate al “fin de siglo” pues la cultura burguesa italiana había entrado definitivamente en crisis algo más temprano que en el resto de Europa. El movimiento surge como tal en París en 1909 con un primer manifiesto pero el año más importante fue 1912 cuando Marinetti expone su Manifiesto técnico del Movimiento Futurista en Italia. Su difusión se realizó a través de esos manifiestos muy espontáneos, inflamados y visionarios. En ellos no existe una reflexión profunda, detalladamente analítica y académicamente expuesta de los principios del nuevo arte: la nueva cultura vanguardista nace al calor de la discusión, del apasionamiento y de la movilidad del mundo moderno; niega la objetividad, exacerba la subjetividad y rechaza el sentido común.
El Futurismo italiano nació de una exaltación de las formas materiales del progreso, pensando sus representantes que su tiempo y ellos mismos eran ya el futuro.
Sus características más notorias son:
  • Los futuristas dicen: detrás de la realidad está el movimiento.
  • No rechazaron a la burguesía ni al burguesismo, sino al burgués italiano anclado en formas contrarias al verdadero progreso.
  • Hicieron de la gran ciudad, de la electricidad, del automóvil y del aeroplano los símbolos de una nueva era imaginada como mejor y más justa.
  • Pretendían cantar al “amor al peligro”, al hábito de la energía y a la temeridad. Exaltan el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso de carrera, el salto mortal. La literatura hasta ese momento -según ellos- había exaltado la inmovilidad del pensamiento, el éxtasis y el sueño.
  • La exaltación de tales formas los llevó a legitimar y defender el progreso nacional en una época en que Italia estaba estrenándose como nación (Italia había logrado su unidad en 1870), por eso apoyaron y ensalzaron la guerra, el colonialismo y la violencia razonable. Así fue dando cuerpo a una ideología asociada a una propuesta de régimen autoritario. De buena parte de estas intenciones intentaría revestirse el fascismo al que el Futurismo estuvo vinculado de muy diversas formas. Sin embargo, como todo autoritarismo, el fascismo no respondió a las expectativas de los futuristas.
  • Reconocen una belleza nueva en la belleza de la velocidad: “Un automóvil de carrera rugiente que parece correr sobre la metralla es más bello que la Victoria de Samotracia”.
  • La poesía debe ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas innatas para reducirlas y postrarlas delante del hombre.
  • Glorifican la guerra considerándola la única higiene del mundo. Exaltan el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor, las bellas ideas por las que se muere y el desprecio a la mujer.
  • Quieren destruir los museos y la bibliotecas, las academias de toda especie y combatir el moralismo, el feminismo y todo movimiento oportunista o utilitario.

U. Boccioni. "Formas únicas de continuidad en el espacio". 1913.


Luigi Russolo. "Dinamismo de un automóvil". 1912.


SURREALISMO.

Este movimiento ocupa un lugar de honor como el más rico y complejo, como el más influyente a lo largo del tiempo y a lo ancho del mundo. También es considerado como el remate inigualable de la cultura, las artes y el pensamiento de toda la época. Su periodo de apogeo se da entre 1924 y 1928.
Como última fase de la vanguardia europea, el Surrealismo nace del seno mismo de la ideología contemporánea y constituye el último eslabón del Romanticismo europeo, (no en vano, sus maestros fueron los poetas finiseculares -Baudelaire y Rimbaud fundamentalmente- y románticos “visionarios” como William Blake o Geral de Nerval). Estuvo hondamente marcado por las repercusiones culturales y espirituales de la Primera Guerra mundial e intentó ser una respuesta a la crisis que tenía planteada el mundo contemporáneo.
Su centro fue París y su principal representante André Breton, no tanto por su obra literaria sino por su papel en la conformación de la teoría surrealista, en la cohesión del grupo y en la creación de sus órganos de difusión. A él se debe la publicación de los dos Manifiestos surrealistas (de 1924 y 1930).
En el primero de esos manifiestos se define al Surrealismo como: “Automatismo psíquico puro por el cual nos proponemos expresar, sea verbalmente, sea por escrito, sea de otra manera, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de toda preocupación estética o moral”.
Nada de esta definición autoriza a reducir al Surrealismo a una escuela literaria. Se manifiesta, al contrario, como una empresa del conocimiento de la cual está fijado el método (el automatismo psíquico), la meta lejana (expresión del funcionamiento real del pensamiento) y los postulados filosóficos (privilegio reconocido para ciertas formas de asociaciones, para el sueño, para el despliegue de un pensamiento desligado de todo afán pragmático). Tal vez una de las palabras clave de esta definición sea el adjetivo “real”. La idea es que todas las descripciones de ese pensamiento presentadas hasta el momento eran irreales, disfrazaban la realidad.
En 1922 Breton anuncia que el Surrealismo se caracteriza por recurrir a tres técnicas: a) un cierto automatismo psíquico que corresponde muy bien al estado de sueño; b) los relatos de los sueños y c) las experiencias del sueño hipnótico. Estas técnicas precedieron a la práctica de la escritura automática.
La principales características del movimiento son:
  • Afirman que detrás de la realidad está el sueño.
  • Son fuertemente materialistas y superan mediante la dialéctica marxista y del psicoanálisis el individualismo y el leve esoterismo seudorreligioso heredados del Romanticismo y del Posromanticismo.
  • Pretenden, mediante la exploración en el inconsciente, hacer surgir una nueva realidad que aboliese la cotidiana con la que no están conformes.
  • Practican el automatismo (cosa que ya habían hecho otros escritores en el pasado desde Göethe), pero la gran novedad está en que advirtieron que permanentemente se forma en el secreto del subconsciente un lenguaje al que era suficiente prestar atención para registrarlo en todo momento. El lenguaje consciente no era más que una máscara que disimulaba el flujo del pensamiento más íntimo y lo reprimía.
  • Se debe permitir que el lenguaje hable en uno mismo sin tratar de orientarlo de ningún modo, confiar la escritura a un dictado interior, colocar al espíritu en el estado más pasivo o receptivo. Esto supone que uno sea capaz de abstraerse radicalmente del mundo cotidiano, de abandonar todas las preocupaciones habituales del espíritu. En esto consiste la escritura automática.
Fragmento de "Cadáver exquisito" de André Breton en Manifiesto surrealista.


"Persistencia de la memoria". Salvador Dalí. 1931.

"Interior holandés". Joan Miró. 1928.

miércoles, 15 de agosto de 2012

UNIDAD 3. POESÍA IBEROAMERICANA. Pablo Neruda, biografía. Poemas.

Pablo Neruda



(Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904-Santiago de Chile, 1973) Poeta chileno. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946.
Su madre murió sólo un mes más tarde de que naciera él, momento en que su padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo Neruda cursó sus primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Allí también comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a Santiago, donde publicó sus primeros poemas en la revista Claridad.
Tras publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética, señalada por la transición del modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.
Los problemas económicos indujeron a Pablo Neruda a emprender, en 1926, la carrera consular que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con García Lorca, Aleixandre, Gerardo Diego y otros componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a la realidad inmediata, en consonancia con su toma de conciencia social.

Pablo Neruda

En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y escribió España en el corazón. Progresivamente sus poemas experimentaron una transición hacia formas herméticas y un tono más sombrío al percibir el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana.
De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia política que culminó con la exaltación de los mitos americanos de su Canto general. En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo tiempo, desde su escaño de senador utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina.
De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de Europa Oriental. Tras este viaje, durante el cual Neruda escribió poemas laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile. A partir de entonces, la poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y un tono general de serenidad.
Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el Premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo Neruda había renunciado a la candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a Chile. De publicación póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido.

POEMA 15- 
"Veinte poemas de amor y una canción desesperada" (1924)

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
 
 
"Explico algunas cosas" 
(de "España en el corazón. Himno a las glorias de un pueblo en guerra, 1937)

PREGUNTARÉIS: Y dónde están las lilas? 
Y la metafísica cubierta de amapolas?
Y la lluvia que a menudo golpeaba
sus palabras llenándolas
de agujeros y pájaros?

Os voy a contar todo lo que me pasa.


Yo vivía en un barrio

de Madrid, con campanas,
con relojes, con árboles.

Desde allí se veía

el rostro seco de Castilla
como un océano de cuero.
Mi casa era llamada
la casa de las flores, porque por todas partes
estallaban geranios: era
una bella casa
con perros y chiquillos.

Raúl, te acuerdas?
Te acuerdas, Rafael?

Federico, te acuerdas
debajo de la tierra,
te acuerdas de mi casa con balcones en donde
la luz de junio ahogaba flores en tu boca?
Hermano, hermano!
Todo
eran grandes voces, sal de mercaderías,
aglomeraciones de pan palpitante,
mercados de mi barrio de Argüelles con su estatua
como un tintero pálido entre las merluzas:
el aceite llegaba a las cucharas,
un profundo latido
de pies y manos llenaba las calles,
metros, litros, esencia
aguda de la vida,
pescados hacinados,
contextura de techos con sol frío en el cual
la flecha se fatiga,
delirante marfil fino de las patatas,
tomates repetidos hasta el mar.

Y una mañana todo estaba ardiendo

y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños.

Chacales que el chacal rechazaría,

piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!

Frente a vosotros he visto la sangre

de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!

Generales

traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota: 
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.

Preguntaréis por qué su poesía

no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?

Venid a ver la sangre por
las calles,
venid a ver 
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles. 

Pablo Picasso- Guernica